Como en tantas otras ocasiones, esta Mistress pone a su esclavo delante de la chimenea para iniciar su sesión de trampling. El esclavo a reconocido que es una de las prácticas que más le gusta de todo lo que abarca el BDSM. Sin embargo ella no baja la guardia, y sabe que por muchas horas de torturas que pase su esclavo, hay que estar pendiente de que sigue por debajo de ella, y no solo en sentido físico. La Ama a su vez a elegido un vestido realmente sexys y unos zapatos tan bonitos que dudo que hagan daño lol.
